viernes, 5 de marzo de 2010

Amar, temer, partir

Hola, ¿qué tal?, qué loco encontrarlos por acá.
Hoy vamos a analizar uno de los pilares de la educación primaria, la conjugación verbal, pero primero, a modo de breve introducción quiero explicar qué fue lo que me movió a escribir un update tan didáctico.
Resulta que hace un tiempo mi madre fue a ver una obra de teatro en la que planteaban algo que me hizo bastante ruido, y lo que es peor, bastante sentido. El concepto era básicamente el siguiente:

¿Cómo esperan que no salgamos así, cuando los primeros verbos que nos enseñan a conjugar son AMAR, TEMER, PARTIR, y en ese orden?

Creo que está más que claro de qué estoy hablando. En la actualidad, son pocas las relaciones que escapan a esta sucesión de acciones. Echemos un vistazo más profundo a las definiciones que nos provee el diccionario:

Amar:
1. tr. Tener amor, querer:
Ama muchísimo a sus hijos. También prnl.:
Se aman desde que eran niños.(**)
2. Hacer el amor:
Su profesor fue el primero hombre al que amó. (*) También prnl.:
Se amaron en la playa.
(*) Nótese la TURBIEDAD de la cita del diccionario.
(**) Nótese cuánto más turbio es si a los ejemplos de la primera acepción se les aplica el significado de la segunda.

Temer:
1. tr. Tener miedo o temor a una persona o cosa:
Los pastores temen un ataque de los lobos.
2. Sospechar un daño u otra cosa negativa:
Temo que se hayan perdido.

Partir:
1. tr. Dividir algo en dos o más partes:
Partir una tarta en porciones
2. Hender, rajar (***), romper:
Partir un filete. También prnl.:
Partirse una madera
3. Irse, ponerse en camino:
Partimos mañana.
(***) No olvidar el significado en lunfardo del término "rajar".

Entonces, resumiendo, podemos decir que amar es querer/garchar, temer es tener cagazo, y partir es romper/rajar. Mierda, qué panorama nos deja eso, podemos suponer entonces que:

Amar, temer, partir:
Te amo/cojo pero temo entonces parto. o
Te amo, pero temo que partas.
o
Te amo/cojo (las dos valen), pero temo que ME partas.

Eso es lo primero que aprendemos a conjugar, qué alentador. Y después uno se pregunta por qué la mayoría de la gente es tan fóbica. Cuántas veces me lo habrán hecho, y peor aun, cuántas veces lo habré hecho yo. Desde la infancia estamos programados para que cuando nos gusta alguien nos entre cagazo y queramos huir. Qué desastre. Todo el mundo anda siempre con un pie en la tierra, por si las dudas. Cuando uno está saliendo con alguien y se entera que ese alguien estuvo con otra persona, muchas veces resulta un alivio, le quita presión al asunto. O aun si no es así, mejor estar uno con alguien más, para evitar que las cosas se pongan demasiado serias.
Por otro lado, podría alterarse el orden de los verbos, desembocando en algunas otras máximas, a veces también ciertas. Veamos:

Te amo pero parto porque te temo.
Te parto porque amo temerte.
Parto porque amo temerte.
Parto porque temo amarte.
Temo partir amandote.
Temo amar partirte.
Temo amar partir.
Ad nauseam...

Sin embargo, aunque no me sea fácil decirlo, tengo fe. Yo sé que ustedes no quieren oír esto, que prefieren pensar que soy una misántropa incurable, pero dentro mío, muy en el fondo, justo antes de llegar al vórtice que es mi alma, hay una chica a la que le gusta ver Cuando Harry conoció a Sally una y otra vez, escuchar temas autocompasivos de Morrisey, y, por sobre todo, hacer cucharita. Es en honor a este ser despreciable que debo cortar la línea que viene siguiendo este update y hacer lugar para la cuarta acepción del verbo partir:

4. Proceder, nacer, tener una cosa su origen o su causa en algo:
La idea partió de los obreros.

Así que no desesperéis, es raro pero es posible:

Amar, temer, comenzar

Pero no se hagan ilusiones.




Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.