sábado, 20 de agosto de 2011

Romance, amistad y sexo (y un barco chiquito)

Ya sé que es un título pedorro, pero tengo un punto, lo juro, especialmente considerando el cambio de paradigma del último mes. Cabe aclarar que este update lo escribo desde un estado de reclusión total: en la última semana se rompieron la estufa de mi habitación y la de la cocina, así que estoy durmiendo con la estufa eléctrica, que no calienta un carajo, la almohadilla eléctrica de un lado, y la gata del otro (que por cierto el día del final de la Copa América dijo "Paraguay" fuerte y claro, y nos dejó a todos culo pa'rriba), y aún así me cago de frío. Sumado a esto, también  se rompió la tele de la cocina (que es la única a la que tengo acceso), y el horno se apaga, así que toda comida debe ser calentada en el microondas. Tomando en cuenta estos factores y que me encuentro en el medio de un proceso de entrega me he visto obligada a atrincherarme en mi taller, el cual de momento se ve así:

No pude girar la imagen, me siento re pelotuda.

Como, choteo y trabajo en esta habitación, no duermo en ella porque no tengo espacio para ponerle un colchón, pero estoy considerando seriamente traerme la bolsa de dormir, porque la situación en mi cuarto es insostenible. Para colmo, aunque no sea sorpresa, los tiempos de la entrega son ridículos. Jamás me había pasado llegar a la preentrega (ayer) con menos de un cuarto del trabajo hecho. El total del laburo consta de un collage-universo, basado en un texto, en nuestro caso "El fin del mundo del fin", de Cortázar, 30 muestras textiles que deriven de ese universo, una sesión fotográfica de un paño conformado por esas muestras en una habitación acorde, una sesión con el paño de fondo y un personaje, y un figurín hiperrealista de varias capas de ropa confeccionadas con las muestras. Llegamos a la clase de ayer con 20 muestras, nada más. Fantástico. Tuvimos clase-taller, había que disfrazarse del personaje imaginado y fotografiarse frente al paño. Aafortunadamente mi cumpañera, Julia, y yo tuvimos un momento de claridad simultanea que devino en un personaje muy interesante, el cual ideamos y fotografiamos al instante, resultando en esto:



No hace falta que aclare que la joda del personaje es que tiene un barquito de papel en la cabeza, ¿verdat? La cuestión es que hicimos todo con una eficiencia y velocidad tales que el tiempo nos dio para bajar al cyber, retocar las fotos, imprimirlas y volver a clase (Flash Gordon, muérete de envidia). Cuando llegamos casi se me para el corazón, había un pibe de otra comisión con un barquito igual, ubicado en el mismo lugar. Casi me le voy a los golpes, Julia me tuvo que agarrar del brazo y sentarme a respirar porque juro que si me soltaba iba a volcarle el bonete de un sopapo. Fuimos a hablar con la profesora, que no fue mucho consuelo pero al menos evito que me fuera a las ñapis con el pibe.

Guau, se me hizo larga la introducción, pero espero haber explicado con exactitud mi situación actual. Bueno, not quite... Una vez más estoy soltera. Relación relámpago, lo sé, mi noviazgo pasó tan rápido como esta entrega. En mi defensa, el update pasado lo escribí un par de meses entrada la relación, así que no duró un mes, como parece, duró tres. ¿Qué pasó? No sé con exactitud, creo que pegamos demasiada onda instantáneamente y nos metimos muy de cabeza en algo que así como algunas veces dura, no fue el caso.
Ahora, lo que sí: soltera pero no sola. Estos meses de soltería me han ayudado mucho a discernir entre los términos del título, y sus posibles combinaciones. Descubrí que el muy buen sexo puede ser confundido con romance, y que hay que darle un par de días a las hormonas parra que se calmen y nos dejen pensar con claridad. También descubrí que algo que yo nunca había considerado seriamente una amistad, lo era. La situación  fue la siguiente: me re encontré con un  viejo amante, del cual no tuve noticias después de comunicarle que me había puesto de novia, lo cual le reproché. Me dijo que como buen caballero, debido a la "formalidad" con la que yo le había comunicado mi nueva situación conyugal, se había hecho a un lado, lo cual es cierto, y correcto, pero lo que me surgió decirle fue que no tenía por qué desaparecer del mapa porque yo estuviese de novia, es decir, "nosotros somos friends, podemos ser friends sin beneffits" y ahí fue que me di cuenta que lo nuestro no es, ni era en absoluto romántico. Cuando nos conocimos (hace un año y medio, aprox.) tuvimos un par de citas, y luego todo se desbarrancó porque él es bastante fóbico, y yo no supe ocultar que me gustaba. Más adelante nos reencontramos, pero toda la secuencia anterior había desvirtuado (sin que yo me diese cuenta) mi interés romántico por él, y comenzamos a vernos con cierta periodicidad, aproximadamente una vez por mes, mes y medio. Películas, garche, cena casera, alguna vez fuimos a comer a un bar, en fin, una situación indefinida y confusa. Fue finalmente el otro día que me di cuenta lo que éramos: amigos. Fue en amistad en lo que devino todo este proceso, y  la verdad fue una alegría, saber que tengo un amigo más, y un mambo menos.
Mi otro amigo con beneficios, ya consagrado como tal de una forma muy burocrática el invierno pasado, también desapareció durante mi período de noviazgo, y reapareció de novio, lo cual fue muy inesperado. Desconozco su idea del romance, pero creo que involucra fuegos artificiales y gospel, en fin, una de esas cosas muy utópicas que rara vez pasan, y que difiere con  la mía. Según me dijo él, su noviazgo no se basa tanto en romance como en comodidad, lo cual también envidio, porque si hay algo que mi relación no fue es cómoda, involucró mucho reproche y mucha cara de culo, y eso que hice todo mi esfuerzo por ser una buena novia. Justamente eso de la comodidad le comentaba a mi amiga Lola hace un tiempo cuando me dijo algo que en cierto sentido me iluminó: "Boluda, dejate de joder, ¿qué más cómodo que estar soltera?". Ok, no es ABSOLUTAMNETE correcta esta afirmación, pero tiene cierta validez, en especial cuando uno acaba de salir de una relación medio de mierda. Lo comenté con este amigo, que me dijo más o menos lo que acabo de decir, y que acto seguido demostró no tener muchos escrúpulos con la infidelidad, lo cual me parece bien, yo re tendría una relación cómoda e infiel, aunque quizás preferiría tener un contrato tácito de infidelidad, porque no sé cómo se maneja él su novia. Si ambos están inhabladamente cómodos y al tanto, todo bien, si uno está enamorado y el otro cómodo, todo no tan bien. De todos modos no es a mí a quien le corresponde juzgar eso, por lo que sé la relación que tienen es buena y los envidio, y creo, como también le dije el otro día, que mi relación con él es una de las mejores que tengo, es cero complicada, y siempre está todo bien.

Tengo otra situación pertinente, mucho más al corriente, mucho más interesante, que me hizo girar el barquito, y de la cual sería más apropiado hablar, pero como ya me dijiste que googleaste mi blog me voy a callar la boca y no voy a acotar nada de nada. Te pasa por chusma.
Creo que todo esto se redondea a los componentes que llevan a una buena relación de pareja, es la combinación del buen sexo, el romance no perecedero y una amistad con bastante aguante que permiten tener un buen "noviazgo", con o sin título. En las películas siempre hablan de confianza y de respeto, pero creo que en realidad son subtérminos tácitos dentro de estos conceptos indispensables. Digo, uno puede tener respeto y confianza, y no romance, o no amistad, o incluso no sexo, pero no me parece que sean opciones funcionales y felices de relación. En cierta medida creo parte del problema de mi noviazgo fue que no le dimos suficiente tiempo a estas cosas para germinar, y terminamos con una bolsa de nada. Claramente algo aprendí, al menos eso rescato, y quién sabe, quizás con el tiempo hasta rescate un amigo, y quizás con más tiempo, sexo, ¿no? Nunca se tienen suficientes amigos con beneficios.

Les mando un beso apasionado y en la boca a todos mis lectores.

Salut!

miércoles, 8 de junio de 2011

Salud, dinero y amor.

Qué rápido pasa el tiempo cuando se tienen estas tres cosas, y qué ajeno se siente el blog después de meses de no escribir nada. No es verdad que no haya escrito, pero todo lo que brotó de mí (probablemente siendo la causa misma que de mí haya brotado) resultó ser ofensivo, impublicable, y según mi gusto personal, sencillamente pésimo. Eso hablando de lo que escribí por completo, varias otras narraciones las empecé y las abandoné al instante, la razón siendo en parte que creo que juntarme demasiado con estudiantes de Diseño de Indumentaria me está analfabetizando, o desalfabetizando, si es que existe tal proceso.
Por otro lado, carezco total y absolutamente de tiempo para sentarme a escribir boludeces, pero cada tanto hay que permitírselo, si no la vida se torna muy de-en-cerio, y no queremos eso. Sé que todo el mundo piensa que DI es una carrera forra, boluda y fácil. Ok, forra sí, se los concedo, boluda, un poco, depende del docente, yo de momento tengo como ayudante de cátedra a una chica llamada Natalia Casal (Natalia, si te autogoogleás y encontrás esto me va a dar MUCHA vergüenza), que me cae superfantástico, aunque creo que piensa que soy un poco chupamedias, lo cual es totalmente errado, soy MUY chupamedias. Continuando: fácil no. Contrario a la creencia popular, la carrera de Diseño de Indumentaria (en la UBA, claro, hablar de boludeces sí, pero no tanto como para hablar de la UP) NO es una carrera fácil, principalmente por la cantidad de tiempo y esfuerzo físico que demanda. Si tienen amigos en la FADU que gustan de sus carreras y  se rompen el culo para que les vaya bien entonces deben haber escuchado frases como "seguí de largo" u "hoy no duermo". Todas las carreras de diseño son así, e Indumentaria no es la excepción, primero porque en clase sólo se puede laburar hasta cierto punto, y la mayor parte del laburo uno la tiene que hacer en casa y es banda, y segundo, y esto sí avalando la creencia general, porque mucha de la gente que estudia Indumentaria son mogólicos con guita que no sabían qué hacer de sus vidas (esta gente por lo general después de uno o dos cuatrimestres se cambia de carrera, a una privada, o ambas, pero durante un buen período de tiempo uno tiene que cargar a algún compañero-peso-muerto a lo largo de la entrega, y hacer el doble de trabajo). En fin, espero que esto explique por qué cesé mi escritura de boludeces.
Ahora a lo que concierne el título del update:

Salud: Mamá tenía razón

No hay que comer dulces después de cepillarse los dientes. Como buena chanchita golosa que soy, en mi mesa de luz suele haber algún chocolate, mogul, caja de nerds u otros tipos de asquerosidades espanta-dentistas, pero hará cosa de un mes, en el medio de una entrega tremenda para la materia Diseño, me empezaron a doler dos muelas, casi en simultáneo, una de arriba y una de abajo. Cuando revisé frente al espejo qué ocurría descubrí que pequeños seres estaban construyendo una aldea dentro de mi boca, y no tenían ninguna intención de detenerse. Acudí al doctor de dientes lo antes posible, y de pedo y refilón me salvé de un tratamiento de conducto. Una de las caries era tan profunda que me tuvo que anestesiar, lo cual no acepté de entrada, en general me banco bastante el dolor de dientes, y la anestesia me pone mal así que intento evitarla, pero después de que le grite "AAAAAH" en la cara y le corrí la boca casi lijándome el labio con ese aparato de tortura medieval que llaman torno, terminé cediendo. En un acto de heroísmo inédito no me desmayé cuando ese líquido espantoso y caliente comenzó a correr y a entumecerme las encías, aunque se me aceleró el corazón y lloriqueé un poquito. Por suerte mi dentista es un viejito bueno, e igual a John Cleese, así que el resto de la sesión fue tolerable, y me hizo volver a la semana para terminar los arreglos. Quedó todo pipí cucú, pero hace unas semanas, casualmente cuando empezó la nueva entrega de Diseño empecé a sentir sensibilidad en esa muela, y mucha, no puedo comer ni tomar nada caliente o frío de ese lado porque me muero de dolor. Me pregunto si ese nervio estará de alguna forma relacionado con mi stress. Dicen que las muelas de juicio salen más tarde, pero creo que yo tengo mi propio premolar de juicio, o mal juicio, que me indica cuándo me estoy pasando de rosca. O quizás me lo merezco por chanchita y punto, voy a tener que volver a lo del Dr. John Cleese... Lo cual me lleva a mi segundo punto:

Dinero: Money makes the world go round.

El dentista no es barato, y por cierto, tampoco lo es la carrera. Facultad pública my ass, no sé las otras carreras, pero os aseguro que es imposible estudiar Diseño de Indumentaria sin unos buenos morlacos en el bolsillo. Es tanta la guita que gasto en impresiones que me mandan a meter en el orto y que tengo que rehacer que mis viejos están considerando seriamente comprar una impresora A3, y la verdad es que tiene sentido. Además, no sé si alguna vez han intentado imprimir algo en la FADU a las 8 de la mañana, pero es bastante complicado y toma aproximadamente 45 minutos, y gastar 45 minutos haciendo cola en la librería, cuando uno duerme un promedio de 3 horas por noche es mucho.
Ni hablar de que en la carrera no te enseñan a hacer nada, sólo te mandan a hacerlo. Yo he deducido que el mensaje implícito de la carrera es que el modista es al diseñador lo que el albañil es al arquitecto, fundamento mudo bajo el cual no te enseñan a coser, ni a nada. Es por esto que, además de la carrera tomo clases de alta costura, confección de calzado, y de pintura, todo particular y que exije sus respectivos materiales de trabajo. Como se imaginarán, todo esto, además de acribillar el bolsillo de mis padres, me deja muy poco tiempo libre para mi novio... Ah, sí, eso...

Amor: Mamá tenía razón 2

TENGO NOVIO, es cierto que hay alguien capaz de quererme además de mi mamá. Alrededor de esto giraban varios de los updates que empecé y abandoné, principalmente porque "tengonoviotengonoviotengonoviotengonovio... (ad nauseam)" no califica como publicable, pero sí, es cierto, es la verdad absoluta, un hombre me quiere, me ama, me mima, disfruta de mi compañía, me da sorpresas (por lo general buenas), y me regala chocolates. Por si fuera poco, no es un fóbico de mierda, o al menos nunca lo fue conmigo, es cariñoso, talentoso, muy inteligente y pelirrojo. Carita feliz. Además de todo lo ya mencionado, es una excelentísima persona, cualidad que por más admirable que me parezca, me genera bastante pánico, yo le dije, le aseguro y le repito que el es mucho mejor persona que yo, que de hecho, yo no soy ni tan buena persona, pero no se lo toma muy en serio, mi peor miedo es que algún día se va a dar cuenta de que no era un chiste y me va a dejar. Por lo pronto, lo mejor que puedo hacer es no darle razones para que se de cuenta, y si se da cuenta, bueno, yo se lo advertí.
Los que no escucharon la historia ya infinita cantidad de veces (me encanta contarla) se preguntarán como ocurrió esto. Se trata de una historia de amor que en el siglo pasado no podría haber ocurrido, ya que la tecnología jugó un papel determinante. No hace mucho que salimos, dos meses, pero nos conocemos hace cuatro años. A la joven edad de 16, mi amiga Marian y yo acudimos a un exposición en el C C Recoleta, el artista siendo Juan Sáenz Valiente, hijo de una ex mujer de mi padre, curiosa historia pero que no viene al caso. Mientras recorríamos la galería intentando reconocer al artista entre el público a partir de un autorretrato no pudimos evitar notar (como buenas pendejas hormonales de 16 años) que había bastantes tipos muy potables, en especial un muchacho pelirrojo con mucha onda, varios aritos muy cool en la cara, escoltado por otro joven guapo, aunque con un bigote chicano bastante chocante. Cuando finalmente detectamos al autor de las obras y nos detuvimos a hablar con él, fideos con tuco se acercó y langamente se presentó y nos invitó a una lectura de poesía en un recinto llamado Centro Cultural Pachamama (y me dibujó un mapa con las instrucciones para llegar en la mano). Nosotras no lo sabíamos aun, pero "El Pacha" sería nuestra guarida y lugar de preferencia durante todo el siguiente año y pico. Arrivamos a destino antes que ellos, e instantáneamente nos enamoramos del lugar, era encantadoramente zaparrastroso, ideal para dos pendejas snobs que se creen mil. Al rato comenzó a llegar gente, entre ellos Mateo (el colo) y Simón (el del bigote chicano, que es hermano de Mateo y en ese momento era quien "dirigía" el Pacha. Ambas charlamos un rato con Mateo, pero por diversas razones la noche tomó otro curso, y nunca lo volvimos a ver, hasta ahora. Aunque seguimos curtiendo ese antro "bohemio", nunca nos volvimos a cruzar, pero aquella única noche, él me mostró una carpeta donde tenía impresas todas las entradas de su blog, y me dio a leer una. "Qué paja", pensé, pero me encontré muy sorprendida al ver que lo que leí estaba buenísimo, y que de hecho me interesaba leer más, así que memoricé el nombre de su blog: www.seexactamenteloquehago.blogspot.com (de paso le hago chivo)
Pasaron los años, crecimos, hicimos despelote, conocimos otros lugares y otra gente, y eventualmente dejamos de ir al Pacha, sin embargo cada tanto recordaba la existencia del blog de este muchacho y entraba a ver qué había de nuevo, varias veces se lo recomendé a gente, pero nunca comenté nada.
El 24 de mayo del año pasado en un festival en el Konex descubrí, a través de la editorial de unos conocidos que tenían un stand ahí, que el joven Mateo había escrito un libro, pero lamentablemente estaba corta de guita, así que un par de días después me armé de coraje y determinación y dejé mi primer comentario en su blog: "El otro día casi me compro tu libro, pero al final me compré una cerveza". Nada. Ninguna respuesta. Un tiempo más tarde volví a cruzarme con su libro, y esta vez sí, lo aboné y fue mío. Nuevamente comenté, esta vez: "El otro día casi me compro tu libro, pero al final me compré tu libro"". Nada. A la mierda con él, pensé. Meses después, de hecho, en el último update, cuando hubo tanto anonimato, recibo un comentario de un Mateo: "Tremendo. Son la maldad misma. P.D.: Gran blog!". Cuando me recuperé de la sorpresa y el estupor decidí tomar el siguiente paso lógico: agregarlo a facebook. Bastantes noches después, a eso de las 5 de la mañana comenzamos a charlar, situación que se repitió en varias ocasiones, hasta que un día entablamos una conversación realmente interesante que duró varias horas, en el medio de la cual tuve que explicarle que ya nos conocíamos. Su asombro fue grande (y quiero destacar que las palabras "Femme Fatale" vinieron a colación). Así fue que el colorado sensual del Pachamama me invitó a ver una película de Takashi Miike al Bafici. No sé a cuántas chicas se conquista invitándolas a ver gore japonés, pero yo soy una de ellas, así que el resto puedo resumirlo: salimos, salimos de nuevo, cogimos, cogimos más, nos quisimos, nos enamoramos, nos amamos, nos pusimos de novios, discutimos, discutimos más, cogimos, discutimos, nos amamos, y seguimos de novios.

Uy, lo releí y es un embole. Jódanse.


Este es el mapita dibujado en mi mano. Lo rescaté de mi fotolog, el cual poseía en aquel entonces y cuya dirección nunca, nunca obtendrán. Está al revés y me da paja girarlo, pero si prestan atención van a ver que dice claramente "Est Isr" y "Córdoba".

jueves, 3 de marzo de 2011

Cortito (o "Es lo que es")

Quisiera aclarar algunas cuestiones.
Quizás hayan notado el pequeño aviso que aparece ahora en la página de firmas, si no lo han hecho, dice lo siguiente: "El que quiera opinar, que de la cara. Todo comentario, agite, puteada o crítica constructiva será publicado siempre y cuando su autor tenga los huevos para poner su nombre. No es una censura, pero todos somos muy gauchitos en el anonimato."
Fuera de los insultos de carácter personal, los cuales no serán considerados por ser lisa y llanamente maricones, la reciente ola de anónimos ha acusado a mis escritos de ser "banales" y "frívolos"... Lo cual es absolutamente cierto.
Mis disculpas a quienes hayan entrado aquí abrigando la esperanza de encontrar el sentido de la vida o algún otro sentido. Este blog jamás estuvo intencionado para la trata de temas serios o profundos, de hecho, mi objetivo siempre fue proveer textos totalmente carentes de cualquier tipo de valor, no es más que una forma de matar el tiempo (para mí y para quien lo lea) y quizás hasta de compartir una risa. Nunca fue de mi interés redactar algo "profundo" o "serio", por lo que me consta, lo que escribo tiene la profundidad de un charco, así me gusta, y así lo quiero. Lamentablemente los charcos irritan a la gente idiota, que va por la vida con la cabeza tan metida en el orto que es incapaz de ver por donde camina y acaba, inevitablemente, por mojarse los pies. No pretendo batirle la posta de nada a nadie, de hecho, si algo, mi único interés es compartir mi propia confusión y despiste respecto de la vida en este planeta. Es muy simple: si no les gusta, no lo lean, sé cuánto a muchas de estas personas les cuesta leer, y ni hablar escribir sus críticas, así que les ruego que se ahorren el esfuerzo.
Dichosos sean aquellos que saben jugar en los charcos.

jueves, 20 de enero de 2011

Pasa en las películas, pasa en la vida, pasa en A.Y. Not Dead

¡Saludos, camaradas!
Antes que todo quiero decirles que el update de hoy llega a ustedes por medio de una fuerza mayor; de hecho yo ya tenía un update escrito, listo para ser revisado y subido, pero el acontecimiento que os vengo a relatar me resultó tan increíble que decidí poner el primero en standby y hacerle lugar a este último. Dicho sea de paso, lo que tenía escrito era una bosta, así que menos mal que Dios dejó este nuevo y maravilloso material en mi regazo, bah, en realidad en mi muslo, ahora les explico.
Sucede que hoy tenía que ir a retirar un par de anteojos que encargué la semana pasada a una óptica que queda en Almagro, o sea, la loma del orto. Sabiendo que me esperaba un tedioso viaje en mi odiado 168 me puse en campaña de elegir la ropa que iba a usar, teniendo en cuenta varios factores influyentes: a) En el bondi hace calor. b) El viaje es largo, mejor estar cómoda. c) Es una zona un poco gede. d) No tengo nada que ponerme. Ok, el último factor era un toque subjetivo, y no muy cierto, pero a todo el mundo le tocan esos días en los que se siente un esperpento y nada le queda bien. Lo peor es que no carezco de ropa sino todo lo contrario, tengo un vestidor desbordante, la ropa ya no me entra en los placards (me sale decir placares). Cuando uno está en un mal día y tiene tres jeans y tres remeras es más fácil, elige de las 9 combinaciones posibles la que menos apeste y voilá, cuando se tienen más de 80 pares de zapatos (literal), la cosa se complica.
Pasé horas probándome una y otra vez conjuntos que cumplían con las condiciones antes estipuladas (al menos a, b y c), pero todos eran descartados por la misma razón: "me queda como el orto". Finalmente encontré un short que me compré hace más de un año en un outlet de A. Y. Not Dead y nunca había usado. Nada del otro mundo, un short de jogging gris, tiro alto, lindo pero tranqui, cumplía con los requisitos a la perfección (en realidad era demasiado corto, pero era lo único de mi guardarropas que no me hacía sentir Shrek). Me lo puse con una musculosa negra, aunque me debatí un buen rato si no ponérmelo con mi remera de Cerebro (de Pinky y Cerebro), borceguíes, y estaba lista para enfrentar mi viaje, sport, pero fashion. Mientras me miraba al espejo para ver si me cambiaba de nuevo vi que las etiquetas se asomaban por el costado de mi muslo (que por el largo del short, era casi mi glúteo). Las arranqué de un tirón, y por un impulso inexplicable me puse a leerlas, quería fijarme si me acordaba qué significaba cada uno de los simbolitos de lavado, algo así como un auto-test pelotudo ("a ver si me acuerdo..."). No solo no me acordaba (obvio), sino que al escudriñar la segunda etiqueta me quedé helada. La leí una vez. La leí dos veces. Tres. "No puede decir eso, ¡NO PUEDE DECIR ESO!", pensaba. Pero lo decía. Lo decía en claras letras negras: "A. Y. NOT DEAD, BULIMIA Y ANOREXIA".
Así como lo leen. ¿No me creen?
No lo entiendo... Bah, sí lo entiendo, pero ¿QUÉ ONDA?
Revisé toda mi ropa comprada en A. Y. Not Dead, que no es poca, y esta era la única prenda que decía eso, "¿Será un error?" Me pregunté, "¿Por eso estaría el short en sale?" No sé qué tipo de error es ese, más bien parece una broma pesada o un acto fallido del encargado de diseñar o imprimir las etiquetas, y esa es la hipótesis mas naíf y más cuerda a la que pude llegar. Otra hipótesis más verídica es que los de A. Y. Not Dead son una bosta, y unos asquerosos hijoputas (lo digo en gallego para un golpe de efecto), porque no pueden poner eso en una prenda de ropa con la intención de que la gente lo use sin saberlo, es enfermo. De ser así ¿qué habrán pensado? ¿"A ver si se dan cuenta"?
Siendo honestos, siempre supimos que A. Y. Not Dead, Ana y Mia son muy amigas, se lo ve en las gráficas, minas sin tetas y sin culo, puro hueso, con patas como zancos, pero bueno, la ropa es linda. Ahora me encuentro realmente en una encrucijada, puedo elegir tomar una posición al respecto y nunca volver a comprarles, o decir "Ya fue", y guardarlo en mi cofre de anécdotas graciosas. Me pregunto si será posible hacerle un juicio a la marca, tiene que ser apología de algo, o daños punitivos, o ALGO. La verdad, me parece bastante ácido, pero bueno, "cuando la vida te da limones, tíraselos a la gente" (especialmente si son unos asquerosos hijoputas).
Creo que este update tiene una moraleja, aunque no sé bien cuál es, quizás sea que no hay que comprar en A. Y Not Dead, ó que si dejás de comer su ropa te va a quedar más linda y quizás hasta te hagan descuento. Elijan la que más les guste.